La granada requiere un clima cálido y seco, por eso crece principalmente en los países mediterráneos. El aceite que se extrae de sus semillas contiene un 90% de ácido puníco (un ácido que presenta propiedades citotóxicas contra las celulas cancerosas), tiene también propiedades antioxidantes y es rico en vitamina C y E, minerales, ácido fólico y polifenoles, un antioxidante que ayuda a proteger del envejecimiento de la piel.
El aceite de semillas de granada está considerado actualmente el más efectivo para tratar y regenerar las pieles maduras y evitar la aparición de arrugas. La epidermis se vuelve más resistente, elástica, suave y tersa.
Modo de uso
Con una o dos gotas sobre la zona a tratar hay bastante. Dar un suave masaje circular ascendente hasta que la piel lo absorba. Recomendamos aplicarlo por las noches aprovechando las horas de sueño que es cuando la piel se regenera naturalmente.
Sellos y certificaciones